Discapacida y actividad física - I
Existe una asociación entre discapacidad y edad. Se estima que más del 60% de los discapacitados tienen 60 años o más. Como consecuencia, las discapacidades constituyen un problema creciente de salud publica, debido al aumento proporcional de ciudadanos de edad avanzada con relación a la población general. Entre los adultos mayores, como regla general, las personas discapacitadas tienen menor actividad física y esto conlleva a un mayor deterioro físico; con esto se genera un circulo vicioso.Un logro muy importante seria conseguir que los adultos mayores de edad muy avanzada pudieran tomar el control sobre la última etapa de sus vidas y hacer con que esta etapa sea plenamente satisfactoria. Para esto, es fundamental prevenir el deterioro muscular. La masa muscular y el número, activación y sincronización de las unidades motoras tienen una alta correlación con la fuerza. La concentración de mitocondrias se relaciona con la capacidad de resistencia, tanto en jóvenes cuanto en viejos. Tanto las proteínas musculares cuanto las mitocondriales disminuyen con la edad en los individuos sedentarios. La disminución de la fuerza consecuente con la perdida de masa muscular y la menor resistencia debido a una menor concentración de mitocondrias son fenómenos percibidos con más intensidad por las personas después de los 50 años.
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