Monday, June 26, 2006

La actividad física en el tratamiento de la hipertensión - III

Una medida adicional, que puede resultar muy útil, es complementar el programa de ejercicios con medidas nutricionales, como la disminución de la sal.

Algunos estudios han demostrado que actividades aeróbicas moderadas, como caminatas, son más efectivas en la reducción a largo plazo de las cifras tensionales en reposo, que los ejercicios aeróbicos más intensos, como correr. Se recomienda iniciar el programa de caminatas a un ritmo que sea confortable. Conforme la mejoría de la condición física, se debe aumentar gradualmente el ritmo y la distancia. La meta debe ser lograr caminar un mínimo de 30 minutos por lo menos tres veces por semana.

Cuando el estado físico lo permita, otras formas de ejercicios aeróbicos pueden ser utilizadas: trote, corrida, natación, ciclismo, remo, entrenamiento aeróbico de bajo impacto y otros.